La Potenciación de la Innovación Parte III

Durante el período entre la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial hubo gran escasez de capital.  Por este motivo se desarrollaron nuevas teorías que se engloban en la Doctrina de las Nuevas Finanzas.

En la escuela se les enseñó (me corrijo: aún se les enseña) a los estudiantes como maximizar el retorno por cada peso invertido en un negocio y obtener la mayor ganancia sobre el capital invertido.  Anteriormente, las ganancias eran más subjetivas.  Por cada peso invertido, se buscaba recuperar la inversión y "algo más".  Si ese algo más permitía vivir bien y sobraba, era suficiente para decidir si se tenía éxito en ese negocio y el sobrante usualmente se invertía en intentar nuevas empresas.  Era capital que podia perderse y arriesgarse sin miedo a no obtener una utilidad.  Eran emprendedores con toda la extensión de la palabra.  Existía un hambre de explorar y emprender, no de acumular.  Ahora este riesgo lo aplican principalmente los gobiernos y le llaman capital de riesgo y se asume que es un fondo perdido ya que va dirigido a la innovación y no al retorno de utilidades.  En Estados Unidos todavía lo aplican los Angel Investors y ahora mas recientemente el crowdfunding.

Hubo que medir la eficiencia del retorno de inversión por medio de ratios o razones entre datos (fracciones: numeradores y denominadores).  Surgieron indicadores como el TIR, RSI, RSCI, RSCE (mas conocidas por sus siglas en Inglés: IRR, RONA, ROCE, ROIC).  Estos indicadores tienen dos áreas de oportunidad: o subes el numerador o bajas el denominador.  Los ejecutivos juegan con ambos.  Para los inversionistas, el TIR se volvió una barrera para invertir en proyectos de mediano y largo plazo, el TIR favorece mucho la inversión de corto plazo, puesto que se busca el mayor TIR en el menor tiempo posible, son inversiones de eficiencia.

Aqui es donde existe el dilema para los inversionistas y ejecutivos.  Estos indicadores funcionaron muy bien para optimizar el capital en tiempos de poco capital.  Hoy estamos en el caso contrario: sobra el capital y se siguen aplicando los mismos criterios que cuando hubo escasez.  Están aplicando las fórmulas y técnicas que fueron útiles para otros tiempos.  Ahora requerimos entender que estos indicadores son los equivocados para estos tiempos.  Es momento de desplegar el capital a largo plazo para desarrollar las tecnologías y habilidades que ahora escasean o hacen falta desarrollar.  Para desplegar este capital a inversiones potenciadoras, necesitamos dejar de medir usando indicadores diseñados para otro escenario económico.

Los gobiernos pueden ayudar a este cambio de varias formas: incentivando a los inversionistas a invertir a largo plazo e incentivando a los estudiantes a que aprendan aquellas carreras y oficios en los que hay un déficit.  A los inversionistas se les puede ajustar el impuesto sobre utilidades (sobre la renta) dependiendo del tiempo que permaneció el capital invertido.  Se puede incluso otorgar tasa cero a inversiones de mediano plazo y tasa negativa (reembolsos) para aquellos que invirtieron a largo plazo.

Actualmente el capital se encuentra en pocas manos.  Hay que buscar motivar a estos grandes inversionistas y convencerlos que es tiempo de invertir en proyectos de largo plazo.  Los gobiernos se enfocan en aplicar los impuestos para redistribuir la riqueza, pero no es suficiente, ya que se promueven principalmente la inversión sustentable.  Aquí termino con el análisis y paráfrasis del artículo de Clayton.

...

Ahora que la ciudad de Detroit ha sido noticia por su declaración en bancarrota (chapter 9), me viene a la mente Tesla Motors y la visión de Elon Musk de retar el status quo en el que hemos caído sobre el transporte desde que surgieron las grandes automotrices y la NASA.  Si bien el futuro es incierto sobre la rentabilidad (y viabilidad) de sus ideas, no cabe duda que sus inversiones de largo plazo empiezan a mostrar resultados y conforme obtiene logros, se involucra más en empujar cambios importantes sobre el transporte y reta a desarrollar nuevas tecnologías e invertir en innovación potenciadora.

Otros también han tenido éxito en sus inversiónes de largo plazo: Google, con su sistema open source Android, ya domina el mercado de los smartphones.  Su gama de servicios que ahora nos parecen comunes, nacieron de ideas que inicialmente no se sabía como iban a capitalizar.  Lo mismo me atrevo a decir de Netflix, Dropbox, Apple y en general las empresas surgidas de la era del "dot com" que han introducido nuevas formas de hacer las cosas y nuevos productos.

En la siguiente y última parte de esta serie, exploraré algunas ideas que pueden sonar utópicas, pero creo que son posibles de implementar.  Yo creo que podemos mejorar nuestro sistema financiero capitalista actual para que se traduzcan en beneficios mas sustentables para la sociedad en general.

César Gámez
Julio 21, 2013

Comentarios

Entradas populares