La Obesidad, ¿Un trastorno metabólico?

Ayer el New York Times publicó un artículo sumamente interesante:  existen personas que siendo delgadas, sufren de problemas típicamente asociadas con la obesidad.

Esta condición es muy poco común, ya que se presenta en 1 de cada 10,000,000 de personas.

Cuando un científico se encuentra con una contradicción en la teoría, hipótesis o conocimiento general, es hora de cuestionar e indagar.  Después de muchos años de búsqueda, encontraron que el problema era genético.

Los síntomas típicos son: hambre insaciable, comer en grandes cantidades y no subir de peso, desarrollar diabetes tipo II, tener presión arterial elevada y alto colesterol.  En casos severos o prolongados, tal como en los muy obesos, pueden presentar hígado graso que puede terminar en falla hepática y la muerte.

Esta rara enfermedad ha abierto una nueva hipótesis en cuanto al origen de las enfermedades relacionadas con la obesidad: el problema es que cada persona nace con una cierta capacidad para almacenar la grasa.

Esta es buena noticia, ya que aparentemente puedes ser obeso sin presentar problemas de salud, mientras no excedas tu capacidad máxima de almacenar grasa.  Cuando el cuerpo ya no puede almacenar grasa, ésta se acumula en la sangre, en el hígado, el corazón, los músculos y el páncreas, provocando todos los problemas actualmente asociados a la obesidad.

Uno de los investigadores se le ocurrió probar un tratamiento hormonal usando leptina, hormona que es liberada por las células adiposas con el fin de enviar una señal al cerebro para que incremente o reduzca el apetito.

Cuando una persona cuenta con pocas células adiposas, el bajo nivel de leptina hace que el cerebro esté continuamente pidiendo comida.  El doctor inició un tratamiento de leptina al paciente escaso de células grasas y el resultado fue inmediato:  el paciente dejó de tener hambre y se corrigieron todos sus problemas de glucosa y de colesterol.

Esto da lugar a pensar cual el funcionamiento verdadero de las células adiposas.  Antes se creía que eran pasivas y su tarea era solamente almacenar el exceso de grasa, pero ahora se entiende que tienen funciones activas hormonales clave para controlar los niveles de grasa en el cuerpo.

Estos hallazgos nos dejan claro la efectividad de las dietas: lo importante no es el estar gordo o flaco, sino estar por debajo del límite máximo de almacenaje de grasa:  Si se logra reducir un poco de peso, esto debe de ser suficiente para lograr grandes beneficios en el control del nivel de colesterol y azúcar.

Con esto me atrevo a especular, a manera de opinión, la naturaleza del efecto "rebote" observado en personas que se ponen a dietas agresivas o rápidas.  Yo creo que cuando la leptina baja repentinamente, el cerebro reacciona y pide mas comida.  Supongo que una forma permanente y sana de bajar de peso es haciéndolo de forma muy gradual, para que el cerebro no entre en modo "hambruna" y evitar que pida comer todo lo que se pueda.

Otra especulación es la efectividad de la liposucción.  Me imagino que a falta de leptina, los que se someten a este tratamiento sufren de mayor hambre y al tener menos células adiposas, reducen su capacidad de almacenaje de grasa, subiendo efectivamente el riesgo a tener problemas de obesidad sin ser obesos.

Dejo el link del artículo:

http://www.nytimes.com/2016/07/26/health/skinny-fat.html

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